El diseño mexicano coleccionable es más fácil que nunca de obtener, gracias a esta nueva plataforma

Para el curador, editor e investigador mexicano Mario Ballesteros, el concepto de “artículos para el hogar radicales” es menos una serie de muebles y decoración revolucionarios que la encarnación del progreso doméstico. Aunque ha habido cambios significativos en los ámbitos de la moda, la tecnología y el medio ambiente a lo largo de los años, Ballesteros, que revolotea entre la Ciudad de México y San Miguel de Allende, ha visto, para su frustración, menos progreso tomar forma dentro de los hogares. “Los artículos para el hogar radicales son una forma de cambiar la forma en que vivimos con los objetos e interactuamos con ellos, y me gusta la idea de reunir diferentes perspectivas para trabajar hacia ese objetivo”, le dice a AD PRO.

mario ballesteros

Foto: Leandro Bulzzano

Esta postura poco convencional sobre la vida residencial es lo que alimenta Balista, la nueva plataforma de Ballesteros dedicada al diseño mexicano imaginativo y coleccionable creado por artistas, diseñadores y arquitectos emergentes. Como parte de la Semana del Arte de la Ciudad de México (hasta el 12 de febrero), Ballista inauguró el pasado fin de semana en su espacio permanente en Lagunala fábrica textil del siglo XIX convertida en centro cultural en la colonia Doctores de la Ciudad de México, con la exposición “Postdomestic” (hasta el 11 de marzo).

Uniendo a 11 artistas y diseñadores—Eduardo Altamirano, Victor Barragán, José León Cerrillo, Chuch Estudio, Fernando Laposse, Jimena Montemayor, Popdots, Andrés Souto, Marcelo Suro, Aldo Álvarez Tostado, y Georgina Treviño—el escaparate destaca creaciones nuevas y recientes que reinterpretan los adornos cotidianos y familiares del hogar. “Le pedí a cada uno que pensara de manera diferente sobre un objeto”, recuerda Ballesteros, y el ejercicio se manifestó en obras tan deliciosas como la nostálgica vajilla de plata esterlina fundida a mano de Treviño, el gabinete imponente pero minimalista de Altamirano y un wabi-sabi aparentemente fracturado. jarrón del estudio de cerámica Popdots que sugiere la resiliencia de la fragilidad. Aunque el sitio web de Ballista todavía está en marcha, todos estos objetos que invitan a la reflexión se pueden comprar a través de su página de Instagram.

Arte mural de Aldo Álvarez Totado, cuyo trabajo explora la masculinidad en la cultura ranchera, como telón de fondo de una silla de eslabones de cadena y un divisor de José León Cerrillo.

Foto: Leandro Bulzzano

La lámpara Fools Gold III del artista Marcelo Suro, de forma fluida y fundida en bronce, está diseñada junto a una mesa auxiliar de Jimena Montemayor.

Foto: Leandro Bulzzano

Ballesteros está bien preparado para una empresa tan ambiciosa como Ballista. El curador detrás de la reunión bianual de arte nómada Salón Cosa, ha estado inmerso en la escena del arte y el diseño mexicanos (y un campeón de su nueva generación) durante más de 15 años, habiendo trabajado como director y curador en jefe del archivo centrado en la comunidad. Diseño y Arquitectura y como editor en jefe fundador de la edición mexicana de Domus revista. Más recientemente, fue comisario invitado de la exposición de la galería Friedman Benda “Todo aquí es volcánico.” Abierta hasta el 18 de febrero, la muestra de Nueva York destaca sorprendentes objetos mexicanos contemporáneos.

El diseño coleccionable, admite Ballesteros, comprende un nicho de mercado “y en México es prácticamente inexistente”, como él dice. Ballista, entonces, es una oportunidad para iluminar más ampliamente “la amplitud de la producción creativa en México en este momento”, continúa, permitiéndole brillar junto a otras esferas reconocidas de la cultura nacional como el cine y la gastronomía. “Muchas personas que visitan México por primera vez, especialmente lugares como la Ciudad de México o Guadalajara, que son súper dinámicos, se sorprenden con la energía y la sofisticación. Eso es algo que quiero que el proyecto refleje”.

El juego de vajilla de plata esterlina fundida a mano de la diseñadora de joyas y artista Georgina Treviño presenta motivos inspirados en la nostalgia de los 90.

Foto: Leandro Bulzzano

El banco Pompis de Chuch Estudio, con sede en Mérida, tallado a mano en madera de parota y adornado con un pequeño corazón rojo en la mejilla.

Foto: Leandro Bulzzano

También quiere que Ballista simbolice la diversidad, no solo geográficamente, como destacando talentos en ascenso de regiones mexicanas más allá de la capital, sino a través de la materialidad. “Tenemos una gran tradición artesanal, pero existen todas estas nuevas innovaciones en tecnología y enfoques para hacer, así que para mí eso también es importante”, explica. “Postdoméstico, por ejemplo, yuxtapone una miríada de materiales, incluidas las cadenas de acero galvanizado en el elegante sillón de Cerrillo y las fibras de agave tejidas a mano en la lámpara esponjosa de Laposse, mientras que la mesa de centro puntiaguda de inspiración brutalista de Barragán está hecha de concreto vertido.

Actualmente, Ballista planea implementar un programa rotativo de seis exhibiciones al año que se centrará en la lista inaugural de artistas y diseñadores. “Son diferentes en su estética y sus intereses”, dice sobre la alineación, pero están unidos por una característica común descarada: “Son personas que rompen con lo que se espera de sus prácticas”.



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